Ecocardiografía de esfuerzo

La ecocardiografía emplea ondas sonoras para producir una imagen del corazón y ver cómo funciona

La ecocardiografía emplea ondas sonoras para producir una imagen del corazón y ver cómo funciona. La ecocardiografía de esfuerzo permite examinar el movimiento de las paredes de las cavidades de bombeo del corazón, antes y después del ejercicio. La prueba permite determinar si ciertas regiones del músculo cardíaco no reciben suficiente sangre rica en oxígeno.

Si el médico le indica una ecocardiografía de esfuerzo, se le realizará una prueba de esfuerzo convencional pero, cuando la frecuencia cardíaca alcance una cifra determinada, se le pedirá que se baje de la cinta sin fin o la bicicleta fija y que se acueste.

A los pacientes que están demasiado enfermos como para hacer ejercicio se les administra un fármaco que simula los efectos del ejercicio físico en el organismo, tal como la dobutamina o la adenosina. Este tipo de estudio a menudo se denomina «ecocardiografía de esfuerzo con dobutamina».

¿Cómo funciona?

La ecocardiografía emplea ondas sonoras de alta frecuencia (también denominadas «ondas ultrasonoras») que permiten obtener una imagen animada del corazón. Las ondas sonoras se transmiten por el cuerpo por medio de un transductor, que es un aparato parecido a un micrófono. Las ondas sonoras rebotan del corazón y vuelven al transductor en forma de ecos. Los ecos se convierten en señales eléctricas que producen una imagen uni, bi o tridimensional del corazón que puede observarse en una pantalla de televisión.

¿Qué puedo esperar?

Cuando su frecuencia cardíaca alcance un punto determinado durante el ejercicio sobre la cinta sin fin o la bicicleta fija, le pedirán que se acueste sobre una camilla. A continuación, el técnico le aplicará un gel espeso sobre el pecho. El gel puede estar un poco frío, pero no le dañará la piel. Luego el técnico utilizará el transductor para enviar y recibir ondas sonoras.

El técnico le colocará el transductor directamente sobre el pecho por encima del corazón y presionará firmemente mientras mueve el transductor sobre el pecho. Posiblemente le pida que inspire o espire, o que contenga brevemente la respiración. Durante la mayor parte del estudio, deberá permanecer inmóvil.

La mayoría de las ecocardiografías de esfuerzo toman aproximadamente 45 minutos, pero la ecocardiografía de esfuerzo con dobutamina toma más tiempo.