Tomografía por emisión de positrones
La tomografía por emisión de positrones (TEP) es una prueba de diagnóstico por imagen que le permite al médico ver el funcionamiento del corazón y de sus tejidos a nivel celular.
La tomografía por emisión de positrones (TEP) es una prueba de diagnóstico por imagen que le permite al médico ver el funcionamiento del corazón y de sus tejidos a nivel celular. Se emplea más que todo para diagnosticar afecciones cardíacas como la arteriopatía coronaria. Los resultados les permiten a los médicos determinar lo siguiente: 1) si hay algún bloqueo importante de la arteria coronaria mediante la realización de una prueba de esfuerzo (perfusión) y 2) el grado de daño cardíaco que ha habido después de un ataque al corazón.
¿Cómo funciona?
El tomógrafo con que se realiza la prueba es una máquina grande en forma de túnel. Usted estará acostado en una mesa de examen estrecha que se desliza por el centro del tomógrafo. Antes de la prueba le fijarán al pecho derivaciones para monitorizar el ritmo cardíaco y le inyectarán en una vena del brazo una cantidad muy pequeña de un material radioactivo llamado «radiotrazador». El radiotrazador se deposita en los órganos y tejidos a medida que pasa por el cuerpo. El aparato detecta la energía que se desprende del radiotrazador y luego una computadora produce imágenes tridimensionales que indican qué partes del músculo cardíaco poseen suficiente irrigación sanguínea y si hay tejido cicatricial de un ataque cardíaco previo.
¿Qué puedo esperar?
La TEP es una prueba que se realiza en régimen ambulatorio, es decir, usted no tendrá que pasar la noche en el hospital. Según el tipo de estudio que el cardiólogo ordene, la duración de la prueba puede ser de entre 1 y 4 horas.
A los pacientes normalmente se les dice que no coman nada por un período de entre 4 y 6 horas antes del examen. Usted puede tomar agua pero es importante que evite las bebidas que contienen cafeína (como café, té, gaseosas y chocolate) durante por lo menos 12 horas antes de la prueba. Si tiene diabetes, consulte con el médico sobre la alimentación y la administración de insulina, ya que el hecho de no comer puede influir en las concentraciones de azúcar en la sangre (especialmente si le ordenaron la prueba para detectar la presencia o ausencia de daño cardíaco).
Infórmele al médico de todos los medicamentos que esté tomando, porque tal vez le diga que los suspenda antes de la prueba. Es importante que evite los que contengan teofilina durante por lo menos 48 horas antes de la TEP. Consulte con el cardiólogo sobre los medicamentos específicos que toma. Siempre es útil hacer una lista de los medicamentos que toma y llevarla el día de la prueba, para que los médicos sepan exactamente qué está tomando y en qué cantidad.
Le pedirán que se ponga una bata y que se acueste en una mesa, la cual se deslizará lentamente por el centro del tomógrafo. Tendrá que estar muy quieto, porque el exceso de movimiento hace que las imágenes salgan borrosas. El radiotrazador tarda entre 45 minutos y una hora en pasar por todo el cuerpo. La prueba en sí puede durar como máximo una hora. Si se va a hacer la TEP porque el médico sospecha que usted tiene una enfermedad del corazón, es posible que también deba hacerse una prueba de esfuerzo en la que le darán medicamentos que causan el mismo efecto en el cuerpo que el ejercicio. Después de la prueba puede reanudar sus actividades normales.
La TEP no es una prueba peligrosa. La cantidad de radiación que se recibe se encuentra entre los límites aceptables que se administran normalmente a los pacientes. Algunas personas pueden presentar una reacción al radiotrazador, pero esto es muy poco frecuente. Usted puede eliminar el radiotrazador del cuerpo tomando muchos líquidos después de la prueba.
Después de la TEP, el cardiólogo nuclear (un médico especialista en este campo) revisará los datos y enviará con prontitud un informe completo a su cardiólogo.
Si es mujer y está embarazada (o cree que podría estarlo) o amamantando, debe avisarle al médico. La exposición a radiaciones puede ser nociva para el feto o el lactante.