El colesterol y las mujeres: desterremos los 5 mitos principales
Como ya he dicho muchas veces en «Directo al grano», mantener el colesterol controlado es una manera importante de reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Aunque esto parece muy sencillo, he visto que muchas personas, entre ellas mujeres, se han dejado convencer por algunos mitos y leyendas sobre el colesterol y eso les dificulta tomar decisiones cardiosaludables. Desterremos unos cuantos de estos mitos.
Mito n.° 1: Todo colesterol es colesterol malo.
Falso: En realidad, el cuerpo necesita el colesterol para fabricar las membranas celulares e incluso para producir ciertas hormonas. Nuestro propio hígado produce colesterol en condiciones naturales para estas tareas específicas. Cuando comemos alimentos de origen animal, como carnes, huevos y productos lácteos, lo que entra a nuestro cuerpo es colesterol adicional.
Además, hay dos tipos principales de colesterol en el organismo: el colesterol de las lipoproteínas de baja densidad (colesterol LDL, por sus siglas en inglés) y el colesterol de las lipoproteínas de alta densidad (colesterol HDL, por sus siglas en inglés).
- El colesterol LDL se llama también «colesterol malo», porque las partículas de lipoproteínas de baja densidad (LDL) lo transportan a las células. Las concentraciones altas de colesterol LDL dan lugar a la acumulación de grasa (denominada «placa») en el interior de los vasos sanguíneos. Esta acumulación puede causar enfermedades del corazón. Conviene que las concentraciones del colesterol LDL sean bajas.
- El colesterol HDL o «colesterol bueno» transporta el colesterol de las células nuevamente al hígado, de donde puede ser eliminado del organismo. Las personas con concentraciones altas de colesterol HDL corren menos riesgo de sufrir enfermedades del corazón. Conviene que las concentraciones del colesterol HDL sean altas.
Mito n.° 2: Los alimentos ricos en colesterol son los que aumentan mis concentraciones de colesterol en la sangre.
Falso: Más del 80% del colesterol que usted tiene en la sangre se produce en su propio hígado. El resto viene de los alimentos. En realidad, los alimentos que hay que evitar son los ricos en grasas saturadas, porque aumentan las concentraciones de colesterol. Entre ellos se cuentan la crema de la leche que se encuentra en los productos lácteos, la grasa de las carnes rojas y los aceites tropicales, como el aceite de coco.
Mito n.° 3: Si una persona tiene el colesterol alto es porque no está comiendo alimentos saludables y no está haciendo ejercicio.
Falso: Si una mujer consume una alimentación adecuada y hace ejercicio con dedicación, puede esperar que sus concentraciones de colesterol bajen entre un 10% y un 20%. Recuerde que el 80% del colesterol de la sangre se produce en el hígado, de modo que el 80% de sus concentraciones de colesterol se ve determinado por su composición genética. Esto significa que si una mujer tiene el colesterol muy alto naturalmente, bajarlo entre un 10% y un 20% con dieta y ejercicio quizá no sea suficiente para que lograr una concentración saludable.
Por ejemplo, supongamos que una mujer tiene un colesterol total de 250 mg/dL y decide cambiar completamente sus hábitos alimenticios y entrenarse para correr maratones. Lo máximo que puede lograr es bajar el colesterol a 200 mg/dL, que aún se considera un valor limítrofe.
Mi mensaje para quienes están «haciendo las cosas como se debe» y todavía no pueden bajar el colesterol a una cifra aconsejable es: llegó la hora de dejar de sentirse culpables. A veces simplemente no podemos lograrlo solas, porque nuestro cuerpo tiene una composición genética definida. No hay que avergonzarse de tener que pedirle ayuda al médico.
Mito n.° 4: Las concentraciones de colesterol disminuyen después de que la mujer llega a la menopausia porque hay menos estrógenos en la sangre.
Falso: Después de la menopausia, la mujer debe prever que sus concentraciones de colesterol suban. Eso no solo se debe a que el colesterol LDL (el «colesterol malo») tiende a aumentar en esta etapa, sino a que las mujeres posmenopáusicas suben de peso entre 8 y 10 libras en promedio y a menudo se vuelven más sedentarias. Cuanto más pronto se ocupe del colesterol, mejor. Así podrá prepararse para los cambios que se avecinan.
Mito n.° 5: Cuando una mujer llega a la menopausia ya es demasiado tarde para mejorar el riesgo cardiovascular que se asocia con el colesterol alto.
Falso: A medida que usted envejece, el riesgo que corre de sufrir enfermedades cardiovasculares aumenta. Eso significa que, entre más años tenga usted, más importancia tendrá el colesterol. Nunca es demasiado tarde para comenzar a ocuparse de su salud. Además, el tratamiento del colesterol alto después de la menopausia es muy importante para reducir el riesgo de sufrir enfermedades del corazón. Puede comenzar por llenar la hoja de trabajo Know Your Numbers («Conozca sus cifras», en inglés solamente) y por llevársela al médico.
Si desea información más detallada sobre el colesterol y el corazón, visite en Internet la página de información sobre el colesterol del Centro de Información Cardiovascular del THI.
¡Hasta la próxima!
Stephanie Coulter, MD
Visite los archivos de «Directo al grano» del sitio Web del Instituto del Corazón de Texas para enterarse de otras formas en que las mujeres pueden cuidarse el corazón.
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Estamos salvando corazones y árboles. El boletín Women’s Heart Health E-News se envía por correo electrónico (en inglés solamente) y la columna “Directo al grano con la doctora Stephanie” se publica en Internet en español, al igual que su versión original en inglés (Straight Talk from ‘Dr. Stephanie’).
Visite el Centro para la Salud Cardiovascular de la Mujer en www.texasheart.org/women.