La obesidad: datos concretos acerca de la grasa

Un informe publicado el pasado 28 de mayo por el Instituto para la Obtención y Evaluación de Parámetros de Salud (Institute for Health Metrics and Evaluation) de la Universidad de Washington (Seattle) reveló que en las últimas tres décadas el número de personas con sobrepeso y obesidad en todo el mundo aumentó de 857 millones a 2100 millones. Y eso no fue todo: en los Estados Unidos vive el mayor porcentaje de personas obesas (el 13%).

Desde 1970, las tasas de obesidad en los Estados Unidos se han cuadriplicado en los niños de entre 6 y 11 años, se han triplicado en los adolescentes de entre 12 y 19 años y se han duplicado en los adultos. Los niños que son obesos a los 5 años tienen una probabilidad cuatro veces mayor de ser obesos al cabo de diez años. El consumo de calorías en una alimentación rica en carbohidratos refinados y grasas es el principal factor que contribuye a las altas cifras de obesidad. De hecho, el consumo promedio de calorías en los Estados Unidos ha aumentado en 500 calorías diarias desde el año 2000.

Antes de ir directo al grano, aclaremos ciertos términos y definiciones:

Índice de masa corporal: Es una fórmula que evalúa el peso en relación con la estatura. Se conoce también por su sigla, IMC. El IMC proporciona una medición de la composición corporal y se ha demostrado su eficacia para predecir la cantidad de grasa corporal. Es decir, tiene relación con la cantidad de grasa corporal, pero no la mide directamente.

Sobrepeso: Es el exceso de peso y se define por un índice de masa corporal (IMC) de más de 25.

Obesidad: Es el exceso de grasa corporal y se define por un IMC de más de 30.

Células grasas: Se conocen también como «células adiposas» o «adipocitos» y solo están presentes en los vertebrados (organismos que poseen columna vertebral). Las células grasas son los principales componentes del tejido adiposo y su función especializada es almacenar energía en forma de grasa.

Tejido adiposo: El tejido adiposo o «grasa» es el tejido conjuntivo laxo que está compuesto de adipocitos. Su principal función es almacenar energía en forma de grasa, aunque también sirve de almohadilla amortiguadora y conserva la temperatura corporal. Hay tres tipos de tejido adiposo: el tejido adiposo blanco, que almacena el exceso de energía, y los tejidos adiposos pardo y beige, que generan calor. La mayor parte del tejido adiposo es tejido adiposo blanco, que desempeña tres funciones: aislador térmico, almohadilla mecánica y —la más importante— fuente de energía.

Células vasculares del estroma: Además de los adipocitos, el tejido adiposo contiene células vasculares del estroma, que contribuyen a la integridad estructural del tejido y aún no están llenas de lípidos. Cada gramo de tejido adiposo contiene entre 1 y 2 millones de células grasas y entre 4 y 6 millones de células vasculares del estroma, que en las personas obesas contribuyen a la resistencia a la insulina (que puede convertirse en diabetes) y a la inflamación crónica.

¿Tengo sobrepeso u obesidad?

El sobrepeso y la obesidad son términos con que se definen intervalos de peso superiores a los que se consideran saludables para una estatura determinada. Las personas pueden tener sobrepeso a cualquier edad. La época de la vida en que sucede el aumento de peso varía en los hombres y las mujeres. La mayoría de las mujeres que tienen sobrepeso acumulan el exceso de peso después de la pubertad. Esto puede precipitarse debido al embarazo, los anticonceptivos orales y la menopausia. En muchos hombres, la transición de un estilo de vida activo durante la adolescencia y la juventud a una vida más sedentaria en años posteriores se asocia con aumento de peso. Entre los 55 y los 64 años, el peso del hombre normalmente permanece estable y luego comienza a disminuir.

¿Cómo se mide la grasa corporal?

En la consulta diaria no contamos con métodos para medir directamente la grasa corporal. Por eso la obesidad se determina mediante un cálculo indirecto de la grasa corporal. El indicador habitual para determinar el sobrepeso y la obesidad es el índice de masa corporal (IMC). El término «sobrepeso» se refiere a un peso superior al intervalo que se considera normal, que es un IMC entre 18,5 y 24,9.

La medida de cintura es otro indicador de la obesidad. Una medida de cintura de más de 35 pulgadas (88 cm) en las mujeres y de más de 40 pulgadas (102 cm) en los hombres aumenta el riesgo de complicaciones relacionadas con la obesidad, como enfermedades del corazón y diabetes. Las personas obesas (IMC de más de 30) que tienen una medida grande de cintura pueden necesitar un tratamiento más intensivo para bajar de peso que otras. Calcule su IMC aquí:

Índice de masa corporal

El índice de masa corporal (IMC) es una fórmula que se utiliza para evaluar el peso corporal en relación con la estatura. La fórmula permite medir la composición corporal y se ha demostrado su eficacia para predecir la grasa corporal. Para calcular su IMC, ingrese su estatura y peso a continuación.

Para calcular su índice de masa corporal, ingrese su estatura y peso.

Sistema inglés
Estatura
en pulgadas:
Peso
en libras:
Sistema métrico
Estatura
en centímetros:
Peso
en kilogramos:
Resultado:
Composición corporal Índice de masa corporal (IMC)
Peso inferior al normal Menos de 18,5
Normal 18,5 – 24,9
Sobrepeso 25,0 – 29,9
Obesidad Más de 30,0

¿Necesitamos la grasa?

Claro que sí. La grasa es un nutriente y es indispensable para el funcionamiento normal del organismo. Sin ella no podríamos vivir. No solo es una fuente de energía sino que permite que otros nutrientes desempeñen sus funciones. El cuerpo humano produce y destruye células grasas constantemente, pero mantiene un número estable de ellas, que generalmente se establece durante la adolescencia. Sin embargo, el número de estas células también puede aumentar en la vida adulta.

¿Cómo nos volvemos obesos?

En los adultos, la mayor parte del tejido adiposo es un conjunto laxo de células llenas de lípidos, llamadas adipocitos. Los adipocitos aumentan de tamaño cuando se llenan de lípidos (grasas y sustancias relacionadas con las grasas). El colesterol es uno de estos lípidos. Cuando los adipocitos se llenan de lípidos y alcanzan un tamaño crítico, estimulan a otras células inmaduras y no especializadas del organismo a convertirse en células grasas, con lo cual el número de estas células aumenta. Eso quiere decir que hay dos mecanismos por los cuales subimos de peso: el aumento de tamaño de las células grasas que tenemos y el aumento del número de células grasas. Sin embargo, no podemos deshacernos de las células grasas, aunque sí podemos reducirlas de tamaño.

Cuando llegamos a la vida adulta, el número de células grasas que tenemos permanece más o menos igual. Si subimos mucho de peso, estas células grasas aumentan de tamaño. Si bajamos mucho de peso, se encogen. Cuando adelgazamos, se reduce el volumen de las células grasas pero no su cantidad. Lo más importante es prevenir la acumulación de células grasas.

Prevalenciade la obesidad

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), las tasas de obesidad varían de un estado a otro. Los datos de 2012, que son los más recientes, revelan que las más bajas son del 20,5% en Colorado y las más altas, del 34,7%, en Luisiana. En 13 estados, las tasas de obesidad son del 30% o más. En 2010, un 6,3% de los adultos de los Estados Unidos presentaba obesidad extrema o patológica, que se caracteriza por un índice de masa corporal de más de 40.

Esperanza de vida

La obesidad en la edad adulta disminuye la esperanza de vida tanto en los hombres como en las mujeres, como se comprobó en el estudio de Framingham (Framingham Heart Study), un estudio cardiovascular continuo que se realiza en residentes de Framingham, un municipio del estado de Massachusetts. El estudio comenzó en 1948 con 5209 participantes adultos de Framingham y hoy en día se encuentra en la tercera generación. En el estudio, los participantes de 40 años que eran obesos vivieron seis o siete años menos que los que tenían peso normal. Los que tenían sobrepeso pero no eran obesos a los 40 años vivieron tres años menos que los participantes de peso normal. En un análisis conjunto de estudios prospectivos, llamado Prospective Studies Collaboration, que en realidad era un grupo de estudios que intercambiaban información sobre la relación entre el IMC y la salud, se descubrió que cada aumento de 5 unidades en el IMC se asociaba con un aumento importante de la mortalidad por cada una de las siguientes causas: cardiopatía isquémica, accidente cerebrovascular, diabetes, enfermedad renal crónica y cáncer.

Observe a continuación el cuadro del IMC del adulto (de los 20 años en adelante). En él podemos ver que una mujer cuya estatura sea de 64 pulgadas tendría sobrepeso (IMC entre 25 y 29) si pesara entre 145 libras y 169 libras, y sería obesa (IMC de 30 o más) si pesara 174 libras o más. Un hombre cuya estatura sea de 70 pulgadas tendría sobrepeso (IMC entre 25 y 29) si pesara entre 174 libras y 202 libras, y sería obeso (BMI de 30 o más) si pesara 209 libras o más.

¿Necesitamos la grasa?

Claro que sí. La grasa es un nutriente y es indispensable para el funcionamiento normal del organismo. Sin ella no podríamos vivir. No solo es una fuente de energía sino que permite que otros nutrientes desempeñen sus funciones. El cuerpo humano produce y destruye células grasas constantemente, pero mantiene un número estable de ellas, que generalmente se establece durante la adolescencia. Sin embargo, el número de estas células también puede aumentar en la vida adulta.

¿Cómo nos volvemos obesos?

En los adultos, la mayor parte del tejido adiposo es un conjunto laxo de células llenas de lípidos, llamadas adipocitos. Los adipocitos aumentan de tamaño cuando se llenan de lípidos (grasas y sustancias relacionadas con las grasas). El colesterol es uno de estos lípidos. Cuando los adipocitos se llenan de lípidos y alcanzan un tamaño crítico, estimulan a otras células inmaduras y no especializadas del organismo a convertirse en células grasas, con lo cual el número de estas células aumenta. Eso quiere decir que hay dos mecanismos por los cuales subimos de peso: el aumento de tamaño de las células grasas que tenemos y el aumento del número de células grasas. Sin embargo, no podemos deshacernos de las células grasas, aunque sí podemos reducirlas de tamaño.

Cuando llegamos a la vida adulta, el número de células grasas que tenemos permanece más o menos igual. Si subimos mucho de peso, estas células grasas aumentan de tamaño. Si bajamos mucho de peso, se encogen. Cuando adelgazamos, se reduce el volumen de las células grasas pero no su cantidad. Lo más importante es prevenir la acumulación de células grasas.

Prevalenciade la obesidad

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), las tasas de obesidad varían de un estado a otro. Los datos de 2012, que son los más recientes, revelan que las más bajas son del 20,5% en Colorado y las más altas, del 34,7%, en Luisiana. En 13 estados, las tasas de obesidad son del 30% o más. En 2010, un 6,3% de los adultos de los Estados Unidos presentaba obesidad extrema o patológica, que se caracteriza por un índice de masa corporal de más de 40.

Esperanza de vida

La obesidad en la edad adulta disminuye la esperanza de vida tanto en los hombres como en las mujeres, como se comprobó en el estudio de Framingham (Framingham Heart Study), un estudio cardiovascular continuo que se realiza en residentes de Framingham, un municipio del estado de Massachusetts. El estudio comenzó en 1948 con 5209 participantes adultos de Framingham y hoy en día se encuentra en la tercera generación. En el estudio, los participantes de 40 años que eran obesos vivieron seis o siete años menos que los que tenían peso normal. Los que tenían sobrepeso pero no eran obesos a los 40 años vivieron tres años menos que los participantes de peso normal. En un análisis conjunto de estudios prospectivos, llamado Prospective Studies Collaboration, que en realidad era un grupo de estudios que intercambiaban información sobre la relación entre el IMC y la salud, se descubrió que cada aumento de 5 unidades en el IMC se asociaba con un aumento importante de la mortalidad por cada una de las siguientes causas: cardiopatía isquémica, accidente cerebrovascular, diabetes, enfermedad renal crónica y cáncer.

Observe a continuación el cuadro del IMC del adulto (de los 20 años en adelante). En él podemos ver que una mujer cuya estatura sea de 64 pulgadas tendría sobrepeso (IMC entre 25 y 29) si pesara entre 145 libras y 169 libras, y sería obesa (IMC de 30 o más) si pesara 174 libras o más. Un hombre cuya estatura sea de 70 pulgadas tendría sobrepeso (IMC entre 25 y 29) si pesara entre 174 libras y 202 libras, y sería obeso (BMI de 30 o más) si pesara 209 libras o más.

Descargar tabla de IMC

El estilo de vida y el entorno importan mucho

Actividad física: La vida sedentaria disminuye el gasto de energía y promueve el aumento de peso. De todas las conductas sedentarias, pasar mucho tiempo viendo la televisión parece ser el factor más predisponente del riesgo de obesidad y diabetes. La obesidad es más frecuente en adultos que tienen discapacidades físicas, sensoriales o mentales.

Falta de sueño: El porcentaje de adultos que duermen menos de 7 horas cada noche en los Estados Unidos ha aumentado del 16% al 37% en los últimos 40 años. Este cambio en el estilo de vida puede tener consecuencias metabólicas negativas.

Suspensión del hábito de fumar: Es muy común subir de peso cuando se deja de fumar. Se cree que esto se debe, por lo menos en parte, a la abstinencia de nicotina. Como el aumento de peso al dejar de fumar es predecible, es importante añadir al programa de ejercicio una disminución en el consumo de calorías dentro de los cambios que haga en su estilo de vida.

Entorno social: El entorno social de una persona puede influir en su riesgo de sufrir obesidad. Un informe de una red social que se formó con los descendientes de los participantes en el estudio de Framingham (Framingham Offspring Study) mostró que las probabilidades de volverse obeso aumentaban en un 57%, 40% o 37% en personas cuyo amigo, hermano o cónyuge era obeso.

El tratamiento es importante

Más de dos terceras partes de los adultos de los Estados Unidos están tratando de bajar de peso o de mantenerse en su peso actual. Sin embargo, solo un 20% de ellos están consumiendo menos calorías y haciendo ejercicio por lo menos 150 minutos por semana (que es lo mínimo que se requiere para mantenerse en el mismo peso).

Si desea comenzar a bajar de peso, fíjese una meta realista haciendo énfasis en disminuir el consumo diario total de calorías y en aumentar el gasto de energía haciendo ejercicio con regularidad todos los días. Se recomiendan los programas de alimentación que contengan pocos carbohidratos y la alimentación mediterránea.

En la liposucción, que es la operación de cirugía estética más frecuente del mundo, se extrae un porcentaje de la grasa corporal total, pero no se mejoran la sensibilidad a la insulina ni el riesgo cardiovascular. Después de la liposucción, la masa grasa volverá a aumentar de tamaño al cabo de un año aproximadamente si usted consume más del número de calorías que se recomiendan para su constitución física y si no mantiene una cantidad adecuada de actividad física.

La operación para bajar de peso, que se conoce también como operación de cirugía bariátrica, se reserva para las personas con obesidad extrema que no han respondido a otros tratamientos para adelgazar.

Si usted ha tenido sobrepeso u obesidad durante mucho tiempo, es posible que tenga problemas metabólicos que exijan intervención profesional. Este es un asunto de vida o muerte y no se le debe restar importancia. El mes entrante hablaremos en más detalle de cómo bajar de peso.

¡Hasta la próxima! 

Dra. Stephanie Coulter

 

Agradecemos especialmente a la doctora Karla Campos por su ayuda en la redacción de Straight Talk, la versión original en inglés de «Directo al grano».

Entérese de qué responden los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) a preguntas frecuentes sobre el IMC y la obesidad:

Calculadora del percentil del IMC en niños y adolescentes (versión en sistema métrico)

¿Qué tan confiable es el IMC como indicador de la gordura?

Si un atleta u otra persona con mucho músculo tiene un IMC superior a 25, ¿de todos modos se considera con sobrepeso?


¿Hay algún tema sobre el cual le gustaría preguntarle a la doctora Stephanie? Envíenos un mensaje de correo electrónico a women@texasheart.org y es posible que su pregunta sea el próximo tema de «Directo al grano».


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